Nos mandan este magnifico artículo vale la pena leerlo

La soberanía radica en el pueblo… qué tan alejados de nuestra realidad están los artículos de nuestra Constitución, que fueron llamados “Garantías Individuales”.
I
Adriana Hernández Salgado
Ahora resulta que la soberanía radica en el gobierno, casi igual que cuando radicaba en el rey. Así las autoridades muestran a la población que ante una decisión de la líder sindical Elba Ester Gordillo y de Felipe Calderón (ambos muestras exitosas de la mayor corrupción que existe en el país), no hay posibilidad de diálogo; ante la petición de la palabra, se reciben golpes, gases lacrimógenos, violación a la propiedad privada (la casa), cárcel.
Muestran que la “solidaridad” entre los de “arriba” llámese gobierno federal, Banco Mundial, Ejército Nacional, Presidente de USA, Reyes de España, son las “buenas”, pero la solidaridad de la sociedad civil (organizada y no), los partidos (que recuerdan su compromiso con la sociedad), tanto local como de otros estados, ésa, ésa es “peligrosa” ¿cómo establecer la razón en esta “valoración”?.
Ahora resulta que la propuesta educativa de la líder sindical muestra del más vil charrismo (hoy elegantemente llamado “institucional”, 9º mujer más rica del país debido a su gran “capacidad administradora” de su sueldo de profesora y de aquel que “haiga sido como haiga sido” llegó a presidente de México, debe ser defendida con todo, hasta llegar a expresiones físicas y verbales no dignas del que se dice cristiano,

Lo que vive Morelos refleja una forma de fascismo societal denominado “fascismo de la inseguridad”. Se trata de la manipulación discrecional de la inseguridad de las personas y los grupos socales debilitados por la precariedad del trabajo o por accidentes y acontecimientos desestabilizadores, generando niveles de ansiedad y de incertidumbre respecto al presente y al futuro tan elevados que acaban rebajando el horizonte de expectativas y creando la disponibilidad a soportar grandes costes financieros para conseguir reducciones mínimas de los riesgos y de la inseguridad. Y que Boaventura de Sousa Santos señala que son visibles especialmente, en el ámbito de la privatización de las políticas sociales, de atención médica, de seguridad social, educativas y de la vivienda.
El crecimiento estructural de la exclusión social, la pérdida del sentido real de la expresión constitucional “la soberanía radica en el pueblo”, implica una crisis de tipo paradigmático, un cambio de época, una situación de mucho riesgo. ¿El contrato social ha dejado de servir para contener la paz con justicia social? Por ello, los actos del gobierno contra quienes han expresado inconformidad y resistencia a su decisión contienen varias lecturas, todas de alto riesgo:

En este espacio empezaré por: “la pérdida “de facto” de la soberanía estatal”.
A).- Por ley el ejecutivo estatal es el responsable en el estado de los asuntos relacionados con la educación en el estado, sin embargo, al no asumir su compromiso y delegar a la federación lo relacionado con la ACE, rompió con la sociedad que lo eligió, es decir co-rrompe el lazo con la ciudadanía, fragmentando la democratización, perdiéndose la autonomía estatal, los que mandan y ordenan son Elba Ester Gordillo, Calderón y los que están atrás de estos.
B).- Al no asumir el gobernador su responsabilidad, y pedir apoyo a la SEDENA, entregando la responsabilidad de “mantener el orden” a quien tiene por su propia naturaleza, únicamente lo puede hacer como lo hizo (violencia) se vulnera la soberanía estatal. En lugar de solicitar apoyo a su cuerpo político, para la “negociación” pide apoyo al ejército. La militarización del estado deja completamente fuera del ejercicio político a los civiles. El poder lo tiene el ejército y la federación, no más el gobierno Estatal, el Estado retorna al militarismo. Se ha perdido la capacidad política.
C).- La represión casi selectiva muestra el nivel de especialización de los cuerpos que la realizaron. En la PGJ de Cuernavaca, se encuentran detenidos 16 padres de familia, en los otros reportes el número de maestros es mínimo, la mayor parte corresponde a padres de familia. ¿son más los papás que los maestros que participan en el movimiento? ¿es una forma de enviar el mensaje a los padres de familia de que los maestros están libres y ellos no? con lo cual se refuerza la errónea idea de que el conflicto es magisterial y no como debe corresponder: la educación es un problema nacional y cuya forma y fondo afectará a todos los mexicanos. La forma de no respuesta a esta demanda social es clara, contundente y nos señala la cultura de enemistar a unos con otros, convenida por dinero o especie, o bien en la inclusión o exclusión. Parece que la división social y no la unidad en torno de valores como Constitución es lo indicado.
C).- Para todos (comerciantes, transportistas, vecinos, obreros, profesionistas, campesinos, agricultores, investigadores, universitarios, empresarios, etc), no sólo para los maestros desesperados por no recibir una apertura al diálogo, intentando presionar con el “cierre” de carreteras para lograrlo, para todos, la militarización del estado significa el cierre a la posibilidad de que a través del diálogo se puedan distender la resistencia (negativa ante decisiones gubernamentales). La disminución de la raquítica democracia, debilita la soberanía y mina la legitimidad de un gobierno, generando las ilusiones retrospectivas (Boaventura), que avivan la memoria de la inseguridad y de la ineficacia de los servicios estatales encargados de realizar esas políticas.
Por otro lado, y maquinado desde los medios de comunicación con menor responsabilidad social se instalan las ilusiones prospectivas que intentan, por su parte, crear unos horizontes de seguridad supuestamente generados desde el sector privado y sobrevalorados por la ocultación de determinados riesgos así como de las condiciones en que se presta la seguridad. Dándose así las condiciones para aceptar la pérdida de garantías sociales y políticas a cambio de “seguridad” además de un sentimiento paulatino de degradación en el proceso democratizador, mermando el camino a la felicidad pública.
Por ello, una de las preguntas de la mayoría de los ciudadanos es:
¿ Qué ocurre cuando el Estado se torna problemático?