No se puede calificar de otra cosa más que un ataque artero contra la nación las declaraciones hechas el día de ayer por Felipe Calderón respecto de sus intenciones de permitir que los españoles puedan votar en las elecciones mexicanas y respecto del ataque que hizo contra el Jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, por el caso Martí.La primer declaración la hizo en el marco de la visita de la vicepresidenta del gobierno español a México. Calderón aseguró que haría todo lo posible por cambiar las leyes en México para que los ciudadanos españoles, sin ser mexicanos por naturalización o nacimiento, pudieran votar en las elecciones presidenciales mexicanas. Esto, no hay que olvidar, está completamente prohibido por la Constitución mexicana, la cual le da el derecho al voto solamente a los ciudadanos mexicanos.¿Por qué dijo semejante disparate Calderón? Pues porque la vicepresidenta española le dijo que en España hay una iniciativa (que no una modificación a la ley) para que los residentes extranjeros en España puedan votar en las elecciones de ese país, y pues esperaba que México hiciera lo mismo con base en el principio de reciprocidad.¿Reciprocidad? ¡Por favor! Hasta el momento México no ha regresado a España a nadie por no tener mucho dinero en la cartera. En cambio España sí ha regresado a México a ciudadanos mexicanos porque según su gobierno, no traen suficiente dinero como para justificar que van de vacaciones. ¡Carajo! Ni en Estados Unidos se portan así con los paisanos que cruzan la frontera de manera legal. ¿Cómo es que ahí no ha habido reciprocidad por parte de España? ¿Y cómo es que Calderón, en vez de portarse como HOMBRE y reclamar por el trato a los paisanos en España, luego luego dobló las manos y ofreció hacer algo que ni siquiera depende de él; cambiar la Constitución mexicana a gusto y antojo del gobierno español?A esto hay que añadirle el hecho de que la vicepresidenta española declaró que le parecía bien al gobierno español la reforma privatizadora de Calderón porque beneficiaba a las empresas españolas. ¿Y México? Obviamente no le importó.Luego de este episodio de flagrante TRAICIÓN A LA PATRIA, Calderón hizo otra declaración sumamente grave. Usó la tragedia del secuestro y asesinato de Fernando Martí para golpear políticamente a Marcelo Ebrard. Calderón dijo, aunque con otras palabras, que Marcelo Ebrard debería “trabajar en conjunto” con el gobierno federal (es decir, doblar las manos y bajarse los calzones como los demás gobernadores perredistas) en vez de organizar consultas petroleras.¿Por qué es esto grave? Porque el secuestro es un problema nacional, que afecta a diversos estados que sí se “coordinan” con el gobierno federal. Baja California, por ejemplo, que es gobernada por el PAN en los tres niveles de gobierno y que a pesar de eso está tan plagada de secuestros que sus empresarios de plano se van a vivir a San Diego y organizan protestas por la completa inseguridad que hay en el estado. Pero para Calderón eso no importa. Lo que importa es pegarle al único gobernador del PRD que se ha negado a reconocerlo por ser el producto de un fraude electoral.Y no; no se trata de una simple defensa de Ebrard simplemente por ser un gobernante de izquierda. No. El secuestro en México ha crecido, según datos de La Jornada, 35% en tan sólo el primer año del sexenio de Calderón. Esto luego de que el secuestro ya había aumentado durante el sexenio de Fox. Es decir; el secuestro se dispara a nivel nacional con la llegada del PAN al poder. Pero Calderón en vez de hacer algo al respecto, usa la tragedia de Fernando Martí para sacarle raja política y golpear a Ebrard. Es decir, no le importó el verdadero problema de TODO el país. Lo que le importó fue golpear a Ebrard.Lo peor es que Calderón sabe que el problema de la inseguridad a nivel nacional se le salió de las manos. Lo digo porque ayer en el programa de televisión de Carlos Loret de Mola, una fiscal de la PGR concedió una entrevista pero de espaldas a la cámara y sin dar la cara alegando razones de seguridad. Es decir, hasta en la PGR están tan aterrados por el crimen organizado que ni siquiera quieren que los reconozcan para que nos les vayan a hacer algo.Y repito: en vez de resolver el problema de la inseguridad a nivel nacional, Calderón optó por agraviar a México y por atacar políticamente a Marcelo Ebrard usando de manera vulgar y deleznable la tragedia de Fernando Martí.Uno se pregunta: ¿por qué mejor Calderón no renuncia a la Presidencia que NUNCA ganó en las urnas y mejor se va a España, a la que tanto apapacha y consiente por encima de los intereses de la nación? Total. Aquí en México a nadie le hace falta que se la pase golpeando al país.
miércoles, 6 de agosto de 2008
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