Por Federico Arreola
18 de Agosto, 2009 - 22:07
Lo que voy a contar tiene que ver con España, pero aplica a la perfección al caso mexicano. En el diario de negocios madrileño El Economista leí una nota relacionada con cierta opinión del economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, Olivier Blanchard: que una de las consecuencias de la actual crisis económica será la de un cambio en la mentalidad de los consumidores estadounidenses por cuanto la recesión ha trastocado, tal vez para siempre, sus hábitos de gasto. Lo que me alarmó fue el tono de los comentarios de los lectores de ese rotativo español, en los que queda claro que la clase media ha empezado a desesperarse y, por lo tanto, a exigir algo parecido a la llegada del fascismo. Cito algunos de esos comentarios:
"¿Cambio de mentalidad? Los causantes de la crisis (aquellos que decidieron que se podía confiar en fulanito que ganaba 3 para pagar un crédito de 30,000 y que se ganaban un gran porcentaje decidieron dejar de confiar e hicieron a todos mucho mas pobres de lo que eran de principio) no cambiaran de mentalidad ya que ese sistema les ha permitido forrarse en la subida y en la bajada".
"Solo lo esencial permanecerá, desaparecerá el engaño, el despilfarro".
"Te equivocas por completo, el engaño va a seguir toda la vida, es de lo que viven los bancos y los poderosos. Seremos cada vez más esclavos de ellos".
"La Bolsa es la mayor pirámide que hay. Ellos van subiéndola y la gente se va animando. Y siguen metiendo dinero hasta que el pastel está bien lleno y empieza el descalabro".
"Habrá que explicar a una generación, la más preparada que nunca hubo en este país, como otra, la que pasa de los 50 les ha birlado todo su dinero del futuro vendiéndoles estampitas de ladrillo. Habrá que explicarles como los políticos azules y rojos han metido el cazo en todo esto y salen de rositas. Habrá que explicarles que su vida será trabajar con sueldos míseros para pagar su deuda. ¿Esto es aristocracia del proletariado?".
"Hemos vivido una época de anarco-consumismo, basado en la deficiencia del sistema educativo, destrucción de la familia, movimientos radicales feministas, persecución de la persona útil, pérdida de valores y virtudes a niveles espantosos, falta de respeto a las ideas de todos, insolidaridad y egoísmos personales, banalidades de todo tipo, aristocracia del proletariado, aplastamiento de la moralidad y las conductas razonables y justas, pérdida del sentido del bien y del mal, pérdida del sentido de la justicia convirtiendo la sociedad en un abuso continuado y constante, ¡en definitiva!, vivimos el fracaso de una sociedad y un pensamiento que no han sido precisamente ‘conservadores', sino ‘progresistas'. ¡El sostenimiento social a base de gasto y aumento de impuestos no es viable! ¡Las deudas a las clases medias, comandadas desde los gobiernos, han llegado a extremos insostenibles y todo para mantener un discurso de libertad, igualdad y derechos sociales sin discusión, que nos han llevado a la ruina! ¡El sistema de convivencia ha sido alterado, las conductas desaparecidas, el respeto enterrado y todo para hacer una sociedad de subsidiados, vagos, borrachos y maleantes! ¡Esto ha sido producido y almacenado por la sociedad! ¡Inviable y cuanto antes nos demos cuenta, menos muertos habrá! ¡Así tal cual!".
miércoles, 19 de agosto de 2009
Peligro: pierde la paciencia la clase media
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