Excelente recopilación de datos sobre el asesino solitario (accidente) del avionazo.
Para que le buscamos 3 pies al gato. Fue Calderón.
Cuando un narco mata, deja un mensaje y no escoge un día como las elecciones de EU para que no sea noticia internacional.
En la politica de derecha la amistad solo es casualidad pero nunca interfiere con las ambiciones.
Calderón es uno de los más beneficiados, sobre todo si el proceso de investigación VS mouriños iba muy avanzado, pues estos seguramente pedirián la impunidad a cambio de su silencio.
Etc.
Por Francisco Ramírez
Es insostenible la versión de que fue un accidente. Si hay quien lo cree, basta leer los anexos que se incluyen en el presente texto, y aún sin ellos, el problema no podría responder un hecho fundamental: Si es tan fácil que los aviones se caigan en unos segundos… Porqué no conocemos de avionazos por lo menos una vez a la semana en el mundo por motivos semejantes?. Cuántos accidentes hemos conocido bajo las mismas premisas? Yo no recuerdo ninguno. Nada en el evento muestra indicios que un piloto como el que murió no hubiese podido resolver en un avión como el que tenía.
Así las cosas, queda la pregunta: Quién y por qué?. Y allí los hechos hablan por sí solos. Si Mouriño era una de las personas más cercanas al presidente, (por no decir la más) es obvio que quien lo hizo sabía que tendría que enfrentar por ese hecho, la ira de la persona supuestamente con el mayor poder en el país. No sólo por la cuestión personal, sino fundamentalmente por la cuestión política, ya que ese hecho implicaba colapsar el equipo y proyecto mismo presidencial. Equivale a nulificar políticamente al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Es tremendamente revelador el papel de Téllez (Titular de la SCT, salinista de cepa) en el asunto. Normativamente no le correspondía a él tomar las riendas de la investigación, sino a la PGR (que como señala Loret de Mola en su columna hoy en el Universal, estaba fuera del caso). Desde el primer momento ha sido claro su papel de defender a toda costa la tesis del asesino solitario. (perdón, del accidente) Mantener esa posición y callar completamente al resto del gabinete sólo fue posible porque así fue instruido por el propio Calderón. El silencio absoluto del resto del gabinete confirma eso. Entonces, quedan dos respuestas: O Calderón tuvo que aceptar eso (lo cual sería totalmente revelador de su papel de marioneta política de otros grupos) o… es Calderón quien decidió la muerte de Mouriño.
Personalmente soy partidario de la última hipótesis, especialmente porque me parece menos aterradora. Evidentemente lo primero que se refutaría es que no es posible porque Mouriño era su amigo. Pero esa afirmación no toma en cuenta un factor determinante: En política las amistades no son eternas, y cuando se rompen, suelen crear odios tremendamente intensos. Claro, el punto oscuro de la teoría es que no hay testimonios de rupturas fuertes… pero pensando un poco es claro que si esta ruptura se dio en la intimidad de ambos personajes, alguien tan inescrupuloso como Calderón no esperaría que se hiciera pública.
Lo que sí se sabe es que Mouriño estorbaba en el Gabinete. Y que el momento para matarlo fue por demás propicio. La reforma de Pemex ya había salido y el día mismo de la elección de Obama con los resultados y las imágenes dando la vuelta al mundo era el mejor momento para darle el menor impacto y relevancia posible a nivel internacional. Es posible que Mouriño fuese quien no le hubiera dejado opciones a Calderón, al negarse a renunciar y amenazar con revelar informaciones en caso de su salida. Como sea, es claro que había incertidumbre (se puede revisar la columna de hace unos días de Ciro en Milenio revelando que el vocero de Gobernación estaba en esa situación días antes del avionazo, lo que implica para alguien de su nivel y cercanía con Mouriño que había problemas).
La decisión de Calderón no solo encaja con el hecho de que sea Téllez el que dirija la investigación, sino con el ser capaz de redactar en menos de 2 horas su pronunciamiento al respecto, aún con el dolor a cuestas. La actitud de Calderón póstuma a la muerte, exhibe su determinación de dar muestras de entereza frente a lo que el mundo supone su tragedia. Es creíble en alguien que tiene el control de las cosas, no en alguien a quien le acaban de tirar el equipo y el proyecto político. Es obvio que tenía que verse triste, pero le convenía más verse decidido.
Y la pieza que faltaba era el nombramiento de Gómez Mont. Demuestra que ya no va a recurrir a su incierto y errático equipo político, sino a las alianzas con el ámbito duro del país: Salinas, Ceballos, el Yunque, los delincuentes de cuello blanco que son representados por Gómez Mont (quien de paso, sólo por "casualidad" fue colaborador de Téllez). Calderón no va a gobernar con equipos políticos ya. Sólo con la fuerza.
Sin embargo, es sensato ponderar que pudo no ser Calderón. Y el escenario es aterrador. No sólo porque revela un poder presidencial totalmente inerte, incapaz del más elemental sentido político: la autodefensa, sino porque mostraría que detrás del forzado relevo de Segob, está la mano del salinismo, de Diego, del lado más oscuro del PAN y, si me lo permite usted, al revisar la lista de clientes de Gómez Mont, más de un buen capo del Narco. Y es obvio una vez que se juntan las piezas, que si han logrado matar al segundo hombre con más rango en México, sin que nadie haga nada, pueden, cuando les estorbe un poco, hacerlo con el Jefe del Estado, con una ventaja adicional: Su relevo inmediato, el Secretario de Gobernación, lo habrían puesto ellos mismos. Con el atentado de Reforma, han logrado estar a un pequeño paso del poder formal. El abismo en México sólo se ensombrece más.
Saludos.
Anexos
Es insostenible la versión de que fue un accidente. Si hay quien lo cree, basta leer los anexos que se incluyen en el presente texto, y aún sin ellos, el problema no podría responder un hecho fundamental: Si es tan fácil que los aviones se caigan en unos segundos… Porqué no conocemos de avionazos por lo menos una vez a la semana en el mundo por motivos semejantes?. Cuántos accidentes hemos conocido bajo las mismas premisas? Yo no recuerdo ninguno. Nada en el evento muestra indicios que un piloto como el que murió no hubiese podido resolver en un avión como el que tenía.
Así las cosas, queda la pregunta: Quién y por qué?. Y allí los hechos hablan por sí solos. Si Mouriño era una de las personas más cercanas al presidente, (por no decir la más) es obvio que quien lo hizo sabía que tendría que enfrentar por ese hecho, la ira de la persona supuestamente con el mayor poder en el país. No sólo por la cuestión personal, sino fundamentalmente por la cuestión política, ya que ese hecho implicaba colapsar el equipo y proyecto mismo presidencial. Equivale a nulificar políticamente al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Es tremendamente revelador el papel de Téllez (Titular de la SCT, salinista de cepa) en el asunto. Normativamente no le correspondía a él tomar las riendas de la investigación, sino a la PGR (que como señala Loret de Mola en su columna hoy en el Universal, estaba fuera del caso). Desde el primer momento ha sido claro su papel de defender a toda costa la tesis del asesino solitario. (perdón, del accidente) Mantener esa posición y callar completamente al resto del gabinete sólo fue posible porque así fue instruido por el propio Calderón. El silencio absoluto del resto del gabinete confirma eso. Entonces, quedan dos respuestas: O Calderón tuvo que aceptar eso (lo cual sería totalmente revelador de su papel de marioneta política de otros grupos) o… es Calderón quien decidió la muerte de Mouriño.
Personalmente soy partidario de la última hipótesis, especialmente porque me parece menos aterradora. Evidentemente lo primero que se refutaría es que no es posible porque Mouriño era su amigo. Pero esa afirmación no toma en cuenta un factor determinante: En política las amistades no son eternas, y cuando se rompen, suelen crear odios tremendamente intensos. Claro, el punto oscuro de la teoría es que no hay testimonios de rupturas fuertes… pero pensando un poco es claro que si esta ruptura se dio en la intimidad de ambos personajes, alguien tan inescrupuloso como Calderón no esperaría que se hiciera pública.
Lo que sí se sabe es que Mouriño estorbaba en el Gabinete. Y que el momento para matarlo fue por demás propicio. La reforma de Pemex ya había salido y el día mismo de la elección de Obama con los resultados y las imágenes dando la vuelta al mundo era el mejor momento para darle el menor impacto y relevancia posible a nivel internacional. Es posible que Mouriño fuese quien no le hubiera dejado opciones a Calderón, al negarse a renunciar y amenazar con revelar informaciones en caso de su salida. Como sea, es claro que había incertidumbre (se puede revisar la columna de hace unos días de Ciro en Milenio revelando que el vocero de Gobernación estaba en esa situación días antes del avionazo, lo que implica para alguien de su nivel y cercanía con Mouriño que había problemas).
La decisión de Calderón no solo encaja con el hecho de que sea Téllez el que dirija la investigación, sino con el ser capaz de redactar en menos de 2 horas su pronunciamiento al respecto, aún con el dolor a cuestas. La actitud de Calderón póstuma a la muerte, exhibe su determinación de dar muestras de entereza frente a lo que el mundo supone su tragedia. Es creíble en alguien que tiene el control de las cosas, no en alguien a quien le acaban de tirar el equipo y el proyecto político. Es obvio que tenía que verse triste, pero le convenía más verse decidido.
Y la pieza que faltaba era el nombramiento de Gómez Mont. Demuestra que ya no va a recurrir a su incierto y errático equipo político, sino a las alianzas con el ámbito duro del país: Salinas, Ceballos, el Yunque, los delincuentes de cuello blanco que son representados por Gómez Mont (quien de paso, sólo por "casualidad" fue colaborador de Téllez). Calderón no va a gobernar con equipos políticos ya. Sólo con la fuerza.
Sin embargo, es sensato ponderar que pudo no ser Calderón. Y el escenario es aterrador. No sólo porque revela un poder presidencial totalmente inerte, incapaz del más elemental sentido político: la autodefensa, sino porque mostraría que detrás del forzado relevo de Segob, está la mano del salinismo, de Diego, del lado más oscuro del PAN y, si me lo permite usted, al revisar la lista de clientes de Gómez Mont, más de un buen capo del Narco. Y es obvio una vez que se juntan las piezas, que si han logrado matar al segundo hombre con más rango en México, sin que nadie haga nada, pueden, cuando les estorbe un poco, hacerlo con el Jefe del Estado, con una ventaja adicional: Su relevo inmediato, el Secretario de Gobernación, lo habrían puesto ellos mismos. Con el atentado de Reforma, han logrado estar a un pequeño paso del poder formal. El abismo en México sólo se ensombrece más.
Saludos.
ANEXOS.
PROCESO.
El sabotaje, posible
PATRICIA DáVILA Y RODRIGO VERA
Demasiadas dudas siembran las versiones oficiales sobre la caída del Learjet 45 en el que murieron el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, varios de sus colaboradores y el extitular de la SIEDO José Luis Santiago Vasconcelos, además de varias personas en tierra. Mientras que las autoridades federales sostienen que fue un accidente, especialistas en aeronáutica consultados por Proceso consideran "inconcebible" que una falla técnica hubiera provocado la tragedia. Por ello, opinan, una investigación a fondo debe considerar la hipótesis de un sabotaje.
Patricia Dávila y Rodrigo Vera
La posibilidad de que un sabotaje muy sofisticado provocara la caída de la aeronave en la que viajaba el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, permea con fuerza en los círculos de la aeronáutica mexicana.
El hecho de que los pilotos del avión no hayan declarado una emergencia y que en sólo 30 segundos los controladores aéreos hayan perdido la señal del Learjet 45 y éste se haya estrellado súbitamente en el suelo, hace pensar a los especialistas que pudo existir tal sabotaje, pues consideran inconcebible que un accidente así fuera provocado por una falla técnica.
Sin embargo, las pesquisas iniciadas y difundidas con profusión por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se encaminan principalmente a sostener que se trató de un accidente, aunque todavía está por analizarse la información contenida en las dos cajas negras de la aeronave, que según las autoridades, ya fueron enviadas a laboratorios especializados de Estados Unidos.
El piloto y controlador aéreo Ángel Iturbe, actual secretario del trabajo del Sindicato Nacional de Controladores Aéreos, afirma: "Existe la posibilidad de un sabotaje. Eso no lo puede negar nadie. Tenemos que sopesar todas las posibilidades, ¡todas! Aunque en estos momentos no podemos afirmar que hubo un sabotaje, tampoco lo podemos descartar".
-Pero se ha desechado esa posibilidad porque, se dice, el avión no estalló en el aire...
-Mire, para sabotear un avión no necesariamente se requiere de una bomba o de una bazuca que lo haga estallar. Eso no es cierto. La tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados que ya nos dejó atrás. Es más, hasta los artefactos que parecen más inofensivos pueden servir para realizar un sabotaje.
-¿Cómo pudo haberse realizado? ¿Con qué medios?
-Le pongo un ejemplo muy común; los sistemas de seguridad de los aeropuertos le prohíben al pasajero llevar a bordo navajas, cortaúñas, cables o aerosoles porque pueden servir para sabotear un vuelo. No se necesita ser un experto para saberlo y son las propias autoridades aeroportuarias de todo el mundo las que hacen pública esta alerta.
-En este caso concreto, ¿el sabotaje sólo pudo haberse cometido cuando la nave estuvo en el aeropuerto de San Luis Potosí?
-Interviene tanta gente en la operación de un vuelo, que es difícil imaginar en dónde y quiénes intervinieron en un posible sabotaje. Aquí intervinieron mecánicos, despachadores, guardias de seguridad y varias personas más. Esto tienen que determinarlo las investigaciones. Si fue un accidente, deben decir en qué consistió. Y si fue un sabotaje, pues que Dios nos agarre confesados porque quién sabe qué otras cosas puedan suceder en este país.
Un renombrado especialista en seguridad aeronaval, consultado por Proceso -quien pidió omitir su nombre por temor a represalias-, asegura que "bastó con atrofiar un microchip del Learjet para impedir el despliegue adecuado de sus alas poco antes del aterrizaje. Esto pudo ocasionar su súbito desplome".
Para él, es "inconcebible" que un accidente haya provocado la caída de una aeronave tan segura y que, por ser la que transportaba nada menos que al secretario de Gobernación, seguramente debió estar sujeta a meticulosas inspecciones técnicas antes y después de cada vuelo.
"Nunca antes en la historia de la aviación se había dado el caso de que, por una falla técnica, una aeronave se haya desplomado así, como un ladrillo", ilustra.
Lo secunda otro especialista, que también pidió el anonimato: "Un sabotaje no necesariamente es provocado por un estallido. Con cortar las líneas de combustible se pueden parar los motores. En tierra se pudo provocar un debilitamiento de estas líneas".
-¿Este corte en el suministro de combustible no da tiempo a los pilotos para pedir ayuda?
-No, porque se paran las turbinas y se traban los controles del avión. Es una emergencia tan grave que ni siquiera da tiempo al piloto y al copiloto de notificar. En mi opinión, hay 70% de probabilidades de que se trató de un sabotaje, aunque las autoridades se inclinen por la hipótesis del accidente.
La falla increíble
El siniestro ocurrió poco antes de las 19:00 horas del martes 4, muy cerca del cruce entre Periférico y Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México. Álvaro Sánchez y Martín de Jesús Oliva piloteaban el Learjet 45, matrícula XC-VMC.
Además de Juan Camilo Mouriño, en la nave viajaba José Luis Santiago Vasconcelos, exsubprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR), quien estaba amenazado de muerte por los cárteles de la droga.
Los otros tripulantes eran la sobrecargo Giselle Carrillo y varios funcionarios de la secretaría de Gobernación: Julio César Ramírez, jefe de escoltas de Mouriño; Miguel Monterrubio, coordinador de Comunicación Social; Norma Díaz, directora de Información; y Arcadio Echeverría, coordinador de eventos y administración. Los nueve murieron.
El vuelo provenía de la ciudad de San Luis Potosí, donde Mouriño y Vasconcelos participaron en la firma de un acuerdo por la legalidad y la justicia.
La misma noche del martes 4, Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes, adelantó que el Learjet realizaba un "vuelo normal", puesto que no reportó "ninguna anomalía" a los controladores del aeropuerto de la Ciudad de México.
El miércoles 5, en conferencia de prensa, Téllez trató de sustentar la versión de que la tragedia fue provocada por un accidente: "No se han detectado indicios que permitan formular hipótesis distintas a las de un accidente, hasta el momento".
El titular de la SCT mostró a los medios las imágenes captadas por el radar en las que se muestra la trayectoria de la aeronave. También difundió la grabación del diálogo entre los pilotos y los controladores aéreos, quienes les daban las especificaciones técnicas para realizar el aterrizaje. Las voces se escuchaban serenas. Pero de pronto la comunicación se cortó y la aeronave dejó de ser detectada en el radar, sin que los pilotos reportaran una emergencia.
Acompañaba a Téllez en la conferencia de prensa el ingeniero Agustín Arellano, director de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), quien explicó que el avión "cumplió con los reportes de posición autorizados" y que sus "altitudes y velocidades" se encontraban "dentro de las normas establecidas", por lo que, reiteró, en ningún momento la aeronave hizo "una llamada de auxilio que permitiera suponer que se encontraba en problemas".
Aún se maneja la versión de que el avión de alto tonelaje que precedía al minijet de Mouriño, la aeronave de Mexicana de Aviación 1692, que venía de Buenos Aires, pudo provocar una turbulencia -un vórtice- que lo desestabilizó y lo hizo caer. Sin embargo, las autoridades aéreas descartan esa posibilidad, argumentando que la distancia entre una y otra aeronave era la adecuada, de entre cuatro y cinco millas.
Lo cierto es que el Learjet perdió súbitamente altura y cayó en picada a 330 kilómetros por hora. Su fuselaje voló en pedazos, destruyó cables eléctricos, ocasionó un incendio y destruyó una veintena de automóviles.
Manuel Estrada Valdez, el anterior piloto de Mouriño y quien operó el Learjet de enero a junio de este año, dice sorprendido: "El avión estaba en perfectas condiciones durante el tiempo que lo operé. Su mantenimiento era el adecuado. Siempre teníamos mecánicos a disposición. Cuando yo llegaba al hangar, siempre se verificaba la nave antes de volar y le hacíamos toda clase de pruebas".
Agrega Estrada que el mantenimiento del Learjet 45 se hacía solamente en Houston, Texas, con técnicos muy especializados. Él tiene conocimiento de que todavía hace unos 15 días se le hizo allá el último servicio, siempre con el aval de la Secretaría de Gobernación.
-¿El piloto de la nave hizo lo correcto?
-Supongo que sí, porque en los entrenamientos nos preparan para todo: fuego en un motor, paro de una turbina, etcétera. En un simulador idéntico al Laerjet 45 nos adiestran para enfrentar cualquier falla que se nos pueda presentar en un vuelo real.
El entrevistado señala que el capitán Álvaro Sánchez, quien fue el último piloto del avión, desde los años ochenta volaba Learjets y "tenía alrededor de 10 mil horas de vuelo". Y Martín de Jesús Olivo, el copiloto, tenía registradas unas 4 mil 500 horas de vuelo.
-¿Entonces cómo explica lo que pasó?
-No lo sé, pues era un avión muy estable y de la más avanzada tecnología. Incluso podía volar con una sola turbina. Lo podíamos operar a un techo de hasta 51 mil pies, aunque nunca lo subimos a esa altura. Cuando íbamos a San Luis Potosí lo volábamos a unos 31 mil pies.
Estrada supone que cuando el avión caía en picada, segundos antes de estrellarse, los pilotos se concentraron sólo en "jalarlo" y no en pedir auxilio.
-¿Qué posibilidades ve de sabotaje?
-Ninguna, porque en el hangar siempre hay guardias de seguridad, gente de Gobernación y un mecánico permanente que daba servicio al avión. Cuando salíamos de gira, al aeropuerto al que llegáramos, a la aeronave siempre la custodiaban elementos del Ejército y se quedaba siempre cerrada. El suministro de gas y aceite tenía una llave especial que sólo llevábamos los pilotos.
Sin embargo, los cárteles ya han logrado vulnerar la seguridad de las terminales aéreas. Tal es el caso de los hermanos Beltrán Leyva, que corrompieron al excomandante policiaco José Luis Soladana Ortiz, funcionario de la Dirección General de Aeronáutica Civil, cuando se desempeñaba como administrador general del Aeropuerto Internacional de Cancún.
"En menos de un minuto"
Con la experiencia que le dan 30 años de piloto y 32 años de controlador aéreo, Ángel Iturbe comenta: "Si en realidad fue un accidente provocado por alguna falla, tuvo que ser algo muy catastrófico, muy grave, que ni siquiera les dio tiempo a los pilotos de reportar una emergencia. No tuvieron tiempo de nada".
-Se dice que fue cuestión de un minuto...
-¡Menos, menos! Entre la pérdida del control y la caída a tierra pasarían unos 30 segundos, no más. Todo fue rapidísimo.
-¿Son comunes esas caídas súbitas?
-Hasta donde tengo conocimiento, no hay accidentes así de drásticos, y mucho menos en ese tipo de aviones, que son muy seguros, con un bajo porcentaje de accidentes. ¿Que tuvo una falla en una turbina? ¡Hombre!, esos aviones pueden volar horas con un solo motor.
-¿Y si de plano le hubieran fallado sus dos turbinas?
-Aún en ese remoto caso, el avión hubiera podido sostenerse en el aire durante unos minutos y buscar una zona donde caer. Los pilotos hubieran podido reportar una emergencia. Es como si a un camión le fallan los frenos: el conductor sigue teniendo la dirección y puede llegar a una rampa de arena que lo detenga, o puede toparse con un barranco y caer en él.
"Con esto quiero decirle que un evento, por sí solo, es difícil que provoque un accidente. Tienen que conjugarse otros eventos adversos. Pero en el caso del Learjet, si realmente se cayó por accidente, tuvo que ser por algo muy grave que está fuera de mis conocimientos técnicos.
"Todos estaríamos más tranquilos si los pilotos hubieran reportado una emergencia, porque entonces sabríamos lo que pasó. Pero no sucedió así. No reportaron nada. Lo más intrigante es que, en la grabación que se hizo del último reporte de los pilotos, sus voces se escuchan muy calmadas y serenas, sin indicio de que atravesaran por una emergencia. Esto abre toda una gama de posibilidades, entre las que se puede incluir el sabotaje."
-Ya se habla de que los pilotos pudieron haber cometido un error.
-No, en esto quiero ser muy claro: los pilotos y los controladores se ajustaron a las velocidades, altitudes, rumbos y trayectorias señaladas. Lo constatan las imágenes de radar que presentó el secretario Luis Téllez. Además, los pilotos de Gobernación tienen mucha experiencia. En fin, mientras no tengamos una información concreta, no sabremos lo que realmente pasó.
En la Cámara de Senadores se está pidiendo aclarar si fue accidente o atentado. Los senadores priistas Pedro Joaquín Coldwell y Carlos Jiménez Macías señalaron que sólo así se evitarán las dudas y suspicacias. Gustavo Madero, panista y presidente del Senado, también pidió llevar las pesquisas a fondo.
A su vez, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) publicó un desplegado en el que pide al gobierno federal "una rigurosa investigación técnica, profesional y completa que permita llegar a conclusiones lo más pronto posible; que explique lo ocurrido y desentrañe los pormenores de este lamentable acontecimiento". Agregó que el "pueblo mexicano" tiene el derecho de "conocer la verdad".
El jueves 6, Luis Téllez anunció que ya se habían encontrado las dos cajas negras del avión, con las cuales podrán conocerse las causas del percance. Una contiene los datos aeronáuticos, como la velocidad y la altitud precisa de la aeronave, y la otra tiene la grabación de los diálogos entre el piloto y el copiloto en la cabina.
El secretario dijo que dichas cajas negras inmediatamente se enviaron a "laboratorios especiales que existen en Washington", donde las analizan peritos del National Transportation Safety Board (Buró Nacional de Seguridad en el Transporte, NTSB), un organismo que ha investigado más de 2 mil accidentes aéreos.
Téllez agregó que en las investigaciones que se llevan a cabo en México participan expertos de la Dirección de Transporte Aéreo, del Reino Unido, así como peritos de la Administración Federal de Aviación, del Departamento de Transporte de los Estados Unidos.
La PGR, por su parte, está investigando a los controladores aéreos de la Ciudad de México y San Luis Potosí que tuvieron injerencia en el vuelo del Learjet. "Son unos cinco controladores los que están yendo a declarar", dice al respecto Ángel Iturbe.
Téllez calculó que esta semana ya podrá dar a conocer información contenida en las cajas negras, en un intento de disipar las dudas.
Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
■ La resurrección de Salinas
■ Cogobierno a través de Diego
■ La República, un bufete divino
El sacrificio de San Camilo produjo el milagro de la resurrección explícita de Salinas por la vía del Jefe Diego, que al mismo tiempo es FerGoMón: tres personas distintas y un solo despacho jurídico-político verdadero: la República del Tráfico de Influencias y el Conflicto de Intereses está de fiesta porque ha llegado al máximo cargo público terreno (la presidencia formal sigue atorada en un viaje etéreo relacionado con asuntos luctuosos y desahogos sentimentales) un promotor y lector de letras chiquitas en los contratos de máximo interés pecuniario para los clientes de lujo (y ni siquiera sólo o necesariamente las cláusulas petroleras sembradas), que al mismo tiempo es, según eso, un duro ejecutor de las letras grandes de las leyes pensadas para imponer a los descarriados mexicanos el orden convencional y conveniente para que los negocios de altura sigan fluyendo y no sufran súbitas y bruscas pérdidas de control.
El avionazo ha hecho que Felipe el Breve no llegue a los dos años de ejercicio con entereza política. Desde ayer su administración está acotada por la banda del Jefe Diego que, así como en el zedillismo impuso a Antonio Lozano Gracia como su gestor de negocios en la procuraduría federal de justicia, ahora instala a otro de sus congéneres litigantes, aunque a un nivel mayor: la Secretaría de Gobernación. El panista michoacano que mantendría un sexenio más a su partido en el poder acabó ayer convidando al priísmo salinista a cogobernar, en una fórmula dispareja que pavimentará el camino para que en las elecciones intermedias de 2009 el PAN y el PRI se repartan cuotas acordadas (para garantizarle "gobernabilidad" al desfondado señor de Los Pinos) y luego se abra el cielo blanquiazul para el retorno del tricolor a la Presidencia de la República. El doliente Calderón no pudo ni siquiera sostener durante 24 horas el encendido y desmesurado homenaje que en domingo había hecho a una "nueva generación de políticos" cuyas increíbles y casi extraterrestres virtudes habrían sido encarnadas por el nuevo héroe hispanomexicano, Juan Camilo Mouriño, de continuidad y trascendencia tan cantadas (¡oh, no: ¿las alabanzas desbordadas también podrían entenderse como una expiación de culpas, como una exaltación oratoria que en realidad fuera una forma de descargo o de conjurar fantasmas aceptados o planeados?!), pero que al paso de unas cuantas horas cayeron en picada, a cientos de kilómetros por hora, sin caja negra disponible, ante la exhumación de los dinosaurios del Salinas Park para que se encarguen de la gobernación que los chicuelos Nava y Martínez (por citar a dos escolapios) nomás no habrían podido proveer.
Fergomón Urueta (que por fortuna no puede albergar ensoñaciones presidenciales, pues su perfil no da para eso) llega a Bucareli para consolidar el estado de derecho y el imperio de la ley, entendidos estos entes de plastilina como materia de discurso y pose que sirven para acomodar la realidad y sus conflictos al interés de los poderosos, que por serlo han copado los espacios de la administración y la procuración de supuesta justicia (ministros, magistrados, jueces, procuradurías, ministerios públicos y policías varias), y que en función de esos arreglos y designaciones pueden seguir torciendo las resoluciones, sentencias y hechos jurídicos a conveniencia de quienes los nombraron o promovieron, que a su vez...
El egresado de la Escuela Libre de Derecho (Fernando Francisco, no Felipe del Sagrado Corazón de Jesús, que también lo es) pondrá su sapiencia jurídica al servicio de los grandes clientes y pontificará ante los medios para explicar las razones de la represión que se dirigirá a las masas inconformes y a los líderes y movimientos opositores. Basta ver la cartera de usuarios de los servicios doctorales de Gómez Mont (quien años atrás trabajó con Luis Téllez, el incansable predicador de la tesis del accidente solitario) para entender hacia dónde se dirigirán sus ánimos de funcionario público. De entre los clientes satisfechos destacan los hermanos Salinas de Gortari, pero no son los únicos, pues el rico catálogo incluye a acusados de defraudar al fisco, de usar la política para enriquecerse, de desviar recursos de Pemex a campañas priístas y de aprovechar el poder para beneficio personal (ayer, en su primera conferencia de prensa en Bucareli, el abogado de elites no aprovechó la oportunidad para desmarcarse explícitamente de apellidos como los Salinas: "algunas (defensas) que usted señala, no tuve yo el deber de representarlas, otras sí", respondió a pregunta de un periodista, y respecto a la izquierda, ya que él dio opiniones jurídicas en favor del desafuero de AMLO, dijo que extiende la mano a esa corriente política, pero que su divisa es una variante del echeverrismo, pues sólo quiere responder "de aquí, ahora, y hacia delante"). Los bufetes divinos mezclan pericia jurídica con influencia política para conseguir resultados favorables a quienes los contratan. La Iglesia en manos del Jefe Diego (y uno de sus aliados).
Astillas:
El tema del jet caído va entrando a zona de neblina. Calderón mismo dijo ayer que su gobierno no tiene interés en ocultar información sobre el caso, así es que la lectura a la inversa hace suponer que nada se sabrá oficialmente hasta dentro de 11 meses (o años), cuando acaso ya haya otros escándalos mayúsculos que quiten reflectores e interés al punto... Esta columna sólo acusará recibo de los correos electrónicos en que lectores suspicaces hacen comentarios, suministran pasajes de literatura y tratan de inducir (sin que vayan a tener éxito) a este tecleador modoso a que hurgue o arriesgue opiniones sobre los íntimos motivos reales que habrían provocado la pérdida de control público de sentimientos de algunos políticos... Y, mientras continúa la guerra en San Lázaro por la distribución de dineros públicos en 2009, ¡hasta mañana, en esta columna que escucha a Medina Mora decir en picada que "hemos subestimado la capacidad del narcotráfico"!
Carlos Montemayor
¿Atentado?
Por fortuna, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, no está al frente de ninguna oficina de comunicación social, porque su desempeño para el país sería más peligroso ahí que en las dos secretarías que ha ocupado. Su gran insistencia en que los ciudadanos mexicanos le creamos que la tragedia aérea ocurrida el pasado martes 4 de noviembre fue sólo un accidente despierta más sospechas que certidumbre. No es conveniente para el país y para el gabinete al que pertenece que esa versión oficial se presente con tanta insistencia e intolerancia. No es momento, no es prudente dirigirse así al país en un asunto de tal trascendencia.
No me propongo defender ni rechazar la posibilidad de que la tragedia del día 4 de noviembre pudiera considerarse un atentado. Sólo me propongo explicar que, a diferencia de la postura enfática de Luis Téllez, muchas acciones del gobierno federal indican que el gobierno parte de la hipótesis del atentado.
Primero, no fue la PGR ni la PFP ni la policía judicial del Estado quien ocupó las instalaciones del aeropuerto de San Luis Potosí al momento de conocerse la caída del Jet XC-VMC, sino el Ejército Mexicano. ¿Por qué una medida como ésta? Es lógico que con esta acción militar se buscaba conocer el movimiento de personal que pudiera haber tenido acceso a la aeronave durante el tiempo que estuvo en tierra. Es decir, la hipótesis de esta acción militar no parte de un accidente inesperado.
Segundo, el discurso del presidente Felipe Calderón leído en el hangar presidencial no hizo referencia a ningún accidente, lo cual hubiese allanado el camino al discurso oficial de Luis Téllez. Esa omisión en una persona como él, tan dado a apresurarse en sus conclusiones, sugiere que la información que se le entregó antes o durante su vuelo a la ciudad de México también contenía una opción más que la del solo accidente.
Tercero, Lorenzo Chim, corresponsal de La Jornada, informó que "a las 20:30 horas, llegaron efectivos militares vestidos de civil fuertemente armados" a la casa de Carlos Mouriño Terrazo, y que entre ellos había "elementos del Estado Mayor Presidencial". La mansión de Juan Camilo, del barrio de San Román, y su rancho Villa Geli, en la zona suburbana de Imí, se encontraban vacíos, pero también contaban con vigilancia. Esto sugiere que el Ejército trató de anticiparse a algún posible "percance" que pudiera sufrir el hermano del secretario de Gobernación. Es decir, partían de una hipótesis diferente a la de sólo un lamentable accidente.
Cuarto, el Learjet 45 se encontraba en perfectas condiciones, según informó el 6 de noviembre Fabiola Martínez en La Jornada, pues "fue sometido recientemente a un mantenimiento integral en Estados Unidos para asegurar su correcta operación (…) La rigurosa revisión de la aeronave se inició a finales de julio de este año y fue entregado hasta los primeros días de octubre pasado (…) existen evidencias acerca de los cuidados extremos a que era sometido el Learjet como asunto de seguridad nacional, debido a que estaba asignado al responsable de la política interna del país." En estas condiciones, hablar de "fallas mecánicas" es aventurado y requiere de un tratamiento más abierto y prudente por parte del secretario Luis Téllez.
Quinto, y vinculado con el punto anterior, el asunto debe centrarse, pues, en el tipo de accidente. Por ejemplo, una aeronave como ésta es capaz de volar con una sola turbina; no es un aparato que pueda desplomarse fácilmente, sobre todo si había sido sometido a un mantenimiento minucioso. La ruta de vuelo era la correcta y la velocidad de su acercamiento al aeropuerto para tomar la pista indicada por la torre de control también era correcta. En estas condiciones, ¿qué tipo de falla mecánica podría sugerirse como explicación plausible? O mejor, ¿qué inusitada falla mecánica podría explicarnos lo ocurrido?
El punto sexto se conecta con el anterior: ¿para aclarar una falla técnica, por muy compleja que sea, no es natural que el ciudadano mexicano considere excesivo el asesoramiento de expertos extranjeros? Tal asesoría sugiere que el gobierno federal parte de la idea de que el "accidente" puede ser más complejo de lo que afirma el secretario Téllez.
Séptimo, es riesgoso, por incompleto y sesgado, que el secretario Téllez proponga como demostración de que se trató de un accidente una hipótesis insuficiente: creer que el único tipo de sabotaje posible es el de una bomba que despedace la aeronave. Aquí está el punto más débil de la argumentación del secretario Téllez. Los sabotajes pueden prepararse de diversas maneras: por ejemplo, por un desajuste o desperfecto en los instrumentos de control de la aeronave. En este caso, las hipótesis también pueden ser diversas: desde un sabotaje "mecánico" hasta un sabotaje de tipo electrónico; en este último caso, el sabotaje pudo haberse consumado tecnológicamente desde un teléfono celular.
Es natural que, a diferencia del secretario Téllez, las autoridades del gobierno federal manejen otras hipótesis y requieran de expertos extranjeros. Un sabotaje de tipo electrónico requiere, evidentemente, para su aclaración y confirmación de la asesoría de expertos extranjeros como los que visitan nuestro país en estos momentos.
Estratega emergente contra rumor por avionazo
Mientras Max Cortázar, vocero de Los Pinos, sólo pudo confirmar que el extinto secretario de Gobernación iba en el jet siniestrado, el titular de Comunicaciones se distinguió al tomar el control para crear un 'cuarto de guerra' informativo
JOSÉ LUIS RUIZ
El Universal
Domingo 09 de noviembre de 2008
A Luis Téllez le gusta tener el control de las cosas. Su formación como economista en los institutos Tecnológico Autónomo de México y Tecnológico de Massachusetts le permitió obtener puestos de alto nivel en el gobierno federal y en el sector privado, y mostrar sus habilidades de mando y estratega.
El percance aéreo en el que murieron el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y el ex zar antidrogas, José Luis Santiago Vasconcelos, le dio a Téllez una nueva oportunidad para mostrar estas dotes.
Casi tres horas después del avionazo, ya había establecido, con apoyo presidencial, toda una estrategia mediática para enfrentar la crisis y cerrar el paso a conjuras y especulaciones por la muerte de dos altos funcionarios del gobierno federal.
Max Cortázar, vocero del presidente Felipe Calderón respaldó a Téllez, casi sin chistar.
Desde las 7:20 de la noche fatídica del 4 de noviembre, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ya se encontraba en el lugar donde yacían los restos humeantes del Learjet 45, y los despojos descuartizados de por lo menos una docena de personas.
Hizo una inspección ocular y se apresuró, desde ese momento, a tomar el control de la información, que ya era suministrada en el lugar de los hechos por Marcelo Ebrard.
Y mientras una nube de reporteros absortos por la tragedia se arremolinaban en torno al jefe de Gobierno del DF, Cortázar confirmaba que en el avión viajaba el secretario de Gobernación. Fue su única declaración sobre el tema.
Luis Téllez asumió de inmediato el papel de "único vocero" oficial del caso. Tomó las riendas de una estrategia de medios planeada por él y cobijada por Felipe Calderón.
Luego de tres horas de estar en la zona de impacto, como se le denominó oficialmente al lugar donde cayó el avión matrícula XC-VMC, Téllez se trasladó a Los Pinos, donde ya lo esperaba el presidente Calderón y gran parte de su gabinete. Eran las 10:30 de la noche del 4 de noviembre.
"Tienes que asumir la conducción del problema", le refrendó directa la instrucción que minutos antes le dio por el teléfono.
Para arrancar la estrategia, que apenas había esbozado en lo general, Luis Téllez pidió al presidente Calderón salir a un medio de comunicación. Eligió el noticiero de Joaquín López-Dóriga, quien se encontraba en Washington transmitiendo las elecciones de Estados Unidos.
En presencia de Calderón, Téllez fijó la posición sobre el percance aéreo.
Luego de estar al aire, sugirió ahí mismo a su jefe, el Presidente de la República, crear un cuarto de guerra, donde se concentrara toda la información surgida de las primeras investigaciones. Le dio luz verde.
Le propuso incorporar a expertos en la materia para que coadyuven en su estrategia de comunicación, orientada a controlar y suministrar la información que los medios requieren sobre la tragedia.
Téllez ordena a los directores generales de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Gilberto López Meyer; Aeronaútica Civil, Mauro Gómez; Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano, Agustín Arellano; del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Héctor Velázquez; al delegado de la PGR en el DF, Ricardo Nájera, y al vocero de la dependencia a su cargo, Fernando Carbonell, conformar el equipo.
En lugar de uno, integran dos cuartos de guerra. Uno en la sala de juntas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y otro en el edificio donde se impactó el avión en las Lomas.
Determinó que seis equipos los nutrieran de información para "analizarla, depurarla y procesarla", para su difusión.
Planea conferencias de prensa, y la entrega textos y fotografías para alimentar de información a los medios.
Idea y propone al Presidente divulgar las imágenes y las grabaciones registradas entre el Centro de Control México y el avión en el que viajaba Mouriño. Pide utilizar un lenguaje "cuidadoso y escrupuloso", hablar de "caída" del avión, evitando el término "accidente" hasta que las investigaciones, de ser el caso, así lo determinen.
Para reforzar el esquema, Téllez ordenó que la señal de las conferencias de prensa y de los recorridos a la zona de impacto se pusiera a disposión de las estaciones de radio y televisión de todo el país.
Se le informó, incluso, que 72% de los medios electrónicos que operan en todo el territorio nacional habían tomado la señal liberada por órdenes de Téllez.
MILENIO.
¿Error del piloto? No, por favor, otra vez, no
En el caso del "accidente" aéreo en el que perdió la vida Ramón Martín Huerta el 21 de septiembre de 2005, decían que hubo un "probable error de juicio de los tripulantes de la nave".
Ahora en el caso del "accidente" en el que perdió la vida el secretario de Gobierno y 13 personas más, varios medios han mostrado en sus páginas que lo más probable era una falla del piloto del learjet de Gobernación.
Durante este año subí a milenio.com dos especiales de accidentes aéreos en el mundo en la sección Por gusto. Curiosamente, en ninguno a nivel mundial se mencionaba a los pilotos como "culpables" de las tragedias.
En México, queremos tomarle gusto a eso de que la culpa "fue del piloto", echémosle la culpa a los muertos, ¿no? Pero bueno, cada quién puede pensar lo que quiera y expresarlo. En mi opinión, ser el piloto en el 2005 del secreatrio de Seguridad Pública de México no podía ser cualquier hijo de vecino, no era un chofer de micro, pues, era alguien del mayor nivel posible para ese puesto. En este 2008 sigo pensando igual, el piloto del secretario de Gobernación del país seguramente era un piloto de alto nivel. Por lo tanto hay de dos sopas, los pilotos en México para labores de seguridad y Gobernación son de lo mejor en el país, o de plano nuestros funcionarios son unos idiotas y dejan que les conduzca el avión y la vida cualquier idiota. Como no creo en la segunda opción y sí en la primera, mis respetos a los tripulantes del helicóptero "accidentado" en el 2005 y a los tripulantes del Learjet del "accidente" del 2008. Se está investigando, molesta que la investigación esté dirigida a demostrar que no hubo algun ataque o sabotaje y que desde un principio y SIN PRUEBAS (en ese momento), afirmaran las autoridades que había sido un accidente.
¿Usted creerá la versión oficial de los hechos?
Así lo declaró:
Estamos muy afectados. Pienso transmitírselo personalmente al presidente Calderón, que lidera una encomiable batalla contra el crimen organizado y la delincuencia del narcotráfico: José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España.
Ya me imagino que flaco favor le hace esa declaración al gobierno de México, ¿qué no le avisaron a Zapatero que fue un accidente? Bueno, el está acostumbrado a vivir con los ataques de ETA. Dirán en presidencia a Zapatero ese antiguo refrán de No me ayudes, compadre.
Así lo declaró:
He oído la versión de que la turbulencia tuvo algo que ver. Pero la separación entre uno y otro avión era la adecuada. Un Learjet puede experimentar una turbulencia muy severa, muy fuerte incluso, pero que provoque que se vaya hasta el suelo como supuestamente se dice, lo veo poco probable. Rechazo rotundamente que se señale al piloto como culpable: Miguel Ángel Valero, presidente del Colegio Mexicano de Pilotos; con 27 años de carrera y 4 mil horas de vuelo en Learjets idénticos al que cayó el martes pasado.
martes, 11 de noviembre de 2008
Enlace_Mexico] Mouriño. Calderón es la pieza clave.
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