■ Confían en que pueden negociar con los “moderados” del PRD
Enrique Méndez y Víctor Ballinas
Los grupos parlamentarios del PAN y del PRI en la Cámara de Diputados no aceptaron el acuerdo propuesto el domingo por Andrés Manuel López Obrador. Consideraron que el líder opositor pretende imponer condiciones que son inaceptables. El priísmo adelantó que su apuesta es llegar a un acuerdo con “el ala moderada” del PRD para aprobar la reforma petrolera.
Lo mismo que en San Lázaro, en el Senado el líder de Acción Nacional, Gustavo Madero, reaccionó. Las cámaras, dijo, son lugares para discutir y “no se trata de retirar propuestas, sino de sumarlas, integrarlas, valorarlas y aprobarlas”.
“Respetuosamente –expresó–, quisiera comentarle al señor Andrés Manuel (López Obrador) que gracias por las propuestas, pero no hay que poner condiciones; el diálogo se construye con argumentos y no con imposición ni restricciones”, dijo Madero, también presidente en turno del Senado.
Su compañero en la Cámara de Diputados, Héctor Larios, resaltó que López Obrador tendría que dialogar con los propios perredistas, “y esa sería la primera muestra que esperaríamos sobre una real disposición de negociar”.
Planteó que el discurso del ex jefe de Gobierno capitalino pretende condicionar su respaldo a la política de seguridad pública y quiere utilizar este tema “simplemente como una herramienta política, y lo que hace es manifestar que a él le importa poco la seguridad y meterse al fuego político para negociar cosas”.
Para Madero, tanto el PRD como López Obrador “andan buscando una salida airosa, ya que la posición mayoritaria de la gente es que saquemos acuerdos; un Congreso que no da resultados no funciona, y precisamente estamos a punto de lograrlos”.
El panista espera que la Comisión de Energía pueda cumplir con su programa, “ya que estamos muy cercanos a los consenso y a los dictámenes”. Lo fundamental, indicó, es encontrar cuáles son los problemas que enfrenta la economía para ser productiva, competitiva, y generar inversión y empleo. “Creo que la reforma de Pemex, cuando se apruebe, será un gran detonador” para ello.
A su vez, el vocero de los diputados del PRI, Enrique Benítez, consideró que López Obrador no es confiable, “porque trae un doble discurso: un día dice que sí y otro que no”.
Sobre la posibilidad de alcanzar acuerdos con el “ala moderada” del PRD, manifestó que este sector será el que permita aprobar la reforma al régimen legal de Pemex, “si no la perfecta, sí la posible, la minirreforma que será, porque no creo que vayamos a entrar a los temas de fondo”.
Afirmó que una parte de las iniciativas presidenciales en materia de hidrocarburos no será votada favorablemente en el Congreso de la Unión. “Pero cuando menos le damos un pasito hacia adelante a Pemex, para buscar que se modernice y fortalezca, y que quede en el sabor de los mexicanos (sic) que se hizo la reforma que se pudo, no la que el Presidente quería en un inicio y la que se arroga en los anuncios de televisión, en propaganda”.
Por su parte, el diputado perredista Alejandro Sánchez Camacho afirmó que el presidente Felipe Calderón sólo tiene dos salidas: “retirar su iniciativa o considerar seriamente la propuesta del Frente Amplio Progresista, que garantiza respeto a la Constitución, no privatiza ningún área de la industria petrolera y fortalece verdaderamente a Pemex. Cualquier otra ocurrencia llevaría a un escenario nada deseable, de inestabilidad política y crispación social sin precedente”.
Los chuchos (la izquierda moderada como lo llaman los prianicos) son el pretexto perfecto para intentar detener al movimiento obradorista en la defensa del petroleo.
Seamos
martes, 30 de septiembre de 2008
Legisladores priístas y panistas rechazan “imposiciones” de AMLO
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