viernes, 26 de septiembre de 2008

mensaje de AMLO en Yucatan


■ Señala los catastróficos efectos que la política económica ha tenido a partir de 1983

López Obrador: “el país se hunde”
■ Si persiste la intención de privatizar Pemex llamaré al pueblo a movilizarse, insiste
Ciro Pérez (Enviado)

López Obrador escucha a los habitantes de Sacalum, comunidad yucateca que visitó ayer
Foto: La Jornada
Chacsinkin, Yuc., 25 de septiembre.
La única opción que este gobierno y la política económica de los pasados 26 años le dejan a los mexicanos para poder progresar es dejar el país y emigrar a Estados Unidos para buscar alternativas de empleo y de bienestar, sostuvo aquí Andrés Manuel López Obrador luego de enfatizar que “es una política para beneficiar a los de arriba, que se enriquecen de manera obscena y le dejan al pueblo algo sólo para irla pasando”.

López Obrador invitó a los yucatecos a cambiar esta cultura de privilegios y de corrupción para que la riqueza del país beneficie al pueblo y no se quede en unas cuantas manos.

Al iniciar una gira de trabajo por esta zona rural, donde los campesinos le hicieron ver la difícil situación por la que atraviesan ante el encarecimiento de los fertilizantes, el tabasqueño destacó que a Felipe Calderón “el país se le esta deshaciendo entre las manos”, y a pesar de que han aumentado durante su gestión los precios de todos los alimentos de la canasta básica, de que no ha sido capaz de generar empleos y de que, como nunca en la historia, la violencia y la inseguridad han llegado a todos los rincones del país, insiste en aplicar una política económica que lastima al pueblo de México y enriquece a unos cuantos.

“Ahora que el país se hunde, lo que proponen esos sinvergüenzas, esos potentados bandidos, es quedarse con el petróleo; lo quieren privatizar. Si lo entregan, ¡cómo vamos a sacar adelante a México! Nos quedaría nada más nuestro pueblo, que es noble, que es trabajador, pero nos hace falta ese recurso que es el petróleo y convertirlo en palanca del desarrollo nacional”, dijo.

Por ello, recordó que el próximo domingo habrá “una gran movilización, porque vamos a volver a dejar claro que no vamos a permitir la privatización del petróleo. Hay quienes todavía dicen que no les importa el petróleo porque no ven ningún beneficio, pero se olvidan que cualquier obra que se realice en el país es financiada en 50 por ciento por los ingresos petroleros. Y lo mismo sucede con el pago a los maestros, los médicos y enfermeras o con programas como el Procampo, Oportunidades e inclusive con las pensiones de los jubilados. ¡Si de por si no alcanza porque se lo roban, si dejamos que entreguen el petróleo menos recursos habrá para financiar al país; por eso no queremos que se privatice!”

A lo largo de su recorrido López Obrador comentó a los habitantes de Dzan, Santa Elena, Sacalum, Abalá, Kopomá y Chocholá que detrás de la embestida privatizadora se encuentra un grupo “que no tiene llenadera, que son insaciables”, a pesar de que este intento de despojar al pueblo de México no es nuevo, sino parte de una estrategia que implementaron “los presidentes títeres, peleles y, desde luego, el usurpador Calderón, en los últimos 26 años”. Y ejemplificó: la privatización de Teléfonos de México, una empresa nacional que hizo a un particular el hombre más rico del mundo, “sin que el pueblo se beneficiara en nada”, y así ha pasado, agregó, con las minas, puertos, aeropuertos, bancos y cada vez más con la industria eléctrica.

“No hay diferencia entre Carlos Salinas y Vicente Fox; Gamboa Patrón y Mouriño, ni entre Calderón y Elba Esther Gordillo; es la misma mafia, comen en el mismo plato”. Por eso, aseveró, “si allá arriba se ponen de acuerdo para privatizar el petróleo, yo voy a llamar a la movilización a todo el pueblo, para evitar que se entregue la riqueza nacional, porque si lo permitimos nuestros hijos nos van a reclamar: ¡y qué hacían ustedes cuando se estaba destruyendo al país! Ni modo que les digamos que teníamos miedo”, enfatizó.

Durante el recorrido, las quejas de los campesinos yucatecos fueron reiterativas, al señalar su preocupación porque hacía muchos años que no se padecía una crisis como la actual. López Obrador respondió que, desde su punto de vista, México llegó a estos extremos de decadencia por las políticas neoliberales que se impusieron desde 1983.

“Esos gobiernos se apoderaron del presupuesto. Para los de abajo, si acaso gotea, y donde llueve fuerte es para los de arriba. En 26 años no hay ni progreso ni bienestar. Se han cerrado las puertas a los jóvenes, no hay oportunidades de educación y de empleo. Es necesario que se gobierne para el pueblo; se debe tomar la decisión de que el pueblo es primero y que, por el bien de todos, primero los pobres. En 2006 este fue mi planteamiento y por eso nos cerraron el paso, porque los que detentan el poder no quieren ningún cambio. Quieren mantener el régimen de corrupción y de privilegios”.

Insistió en que no se debe esperar que los “potentados” cambien de repente su modo de pensar y actúen en forma responsable en beneficio del pueblo. “A ellos realmente no les importa el destino del país y mucho menos el sufrimiento del pueblo”, señaló.

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