jueves, 11 de diciembre de 2008

Que Chucho expulse del PRD, si se atreve, a López Obrador

Por Federico Arreola

Ante el golpe durísimo que ha significado para el PRD el haber sido marginado del Frente Amplio Progresista, que ahora solamente integran el PT y Convergencia, la cúpula perredista reaccionó como era de esperarse: con la amenaza de expulsar a cualquiera de sus militantes que apoye a otros partidos. AMLO lo hará, lo hace desde 2006 y no cambiará de actitud simplemente porque Jesús Ortega lo ordene. Entonces, a Andrés Manuel se le expulsará del PRD a partir de que empiece a aplicarse el acuerdo de la Comisión Política mencionado en el párrafo precedente. No hay de otra. Desde luego, este será el fin del PRD. Porque una vez sancionado con la expulsión el presidente legítimo de México, el senador Ricardo Monreal no permanecerá en este partido. Ni doña Rosario Ibarra. Ni Alejandro Encinas tendrá cara para quedarse al lado de Los Chuchos. Ni seguirán en las filas perredistas miles de sus militantes que simpatizan con López Obrador.
Tendría que hacerlo para que la gente creyese en su seriedad. Pero si lo hace, reducirá todavía más sus posibilidades de éxito en las elecciones de 2009. Ahora bien, si la expulsión de AMLO no se concreta, Chucho quedará como lo que es: un pobre diablo. Haga lo que haga, Jesús Ortega va a perder. Y el PRD también.

Como no hay duda de que Andrés Manuel López Obrador va a apoyar a los candidatos del PT y de Convergencia en las elecciones de 2009, tendrá que ser expulsado en forma “inmediata” del PRD. Digo, si se aplica lo que la noche del lunes acordó por unanimidad la Comisión Política Nacional del Partido de la Revolución Democrática.

Ante el golpe durísimo que ha significado para el PRD el haber sido marginado del Frente Amplio Progresista, que ahora solamente integran el PT y Convergencia, la cúpula perredista reaccionó como era de esperarse: con la amenaza de expulsar a cualquiera de sus militantes que apoye a otros partidos. AMLO lo hará, lo hace desde 2006 y no cambiará de actitud simplemente porque Jesús Ortega lo ordene. Entonces, a Andrés Manuel se le expulsará del PRD a partir de que empiece a aplicarse el acuerdo de la Comisión Política mencionado en el párrafo precedente. No hay de otra. Desde luego, este será el fin del PRD. Porque una vez sancionado con la expulsión el presidente legítimo de México, el senador Ricardo Monreal no permanecerá en este partido. Ni doña Rosario Ibarra. Ni Alejandro Encinas tendrá cara para quedarse al lado de Los Chuchos. Ni seguirán en las filas perredistas miles de sus militantes que simpatizan con López Obrador.


Cómo me gustaría ver a Chucho Ortega anunciar la expulsión de López Obrador. Pero mucho me temo que no se va a atrever. Tendría que hacerlo para que la gente creyese en su seriedad. Pero si lo hace, reducirá todavía más sus posibilidades de éxito en las elecciones de 2009. Ahora bien, si la expulsión de AMLO no se concreta, Chucho quedará como lo que es: un pobre diablo. Haga lo que haga, Jesús Ortega va a perder. Y el PRD también. Por bravucón se metió en un verdadero problema, y no va a salir bien librado. Ni su partido tampoco.

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