ASTILLERO

■ Camaleones en la cúpula

■ Apropiarse del discurso de protesta

■ Daños en Teotihuacán



Nueva adhesión. Felipe Rodríguez, dirigente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), firmó un documento de adhesión al Frente Amplio Progresista (FAP), representado por Alejandro Chanona, Pedro Jiménez, Luis Maldonado, Alberto Anaya y Alejandro González Yáñez, ayer en un hotel de Paseo de la Reforma
Foto: Francisco Olvera
Con habilidad camaleónica, políticos y legisladores van apropiándose de las expresiones sociales de dolor y convirtiéndolas en un discurso de condolencia e incluso inexplicable irritación, como si ellos fueran inocentes víctimas y no causantes o cómplices de la tragedia nacional.

En esa espiral de desfachatez institucional ocupa un lugar risible el concurso formal que a iniciativa de Felipe Calderón organizó el gobierno federal para premiar sus peores pifias en cuestión de tramitaciones, como si la inutilidad o ineficacia de esos procesos fuera materia ajena y no culpa específica de esa alta burocracia. Luego, el asesinato de hijos de personajes destacados (Silvia Vargas y Fernando Martí) ha llevado el cinismo a niveles supremos: miembros de los tres poderes han trabado un singular duelo de mendacidad en busca de demostrar a los ciudadanos que ciertos acuerdos tomados en sesiones cumbre van cumpliéndose de manera exitosa y que la realidad cotidiana está siendo cambiada a golpes de saliva.

Ayer, por ejemplo, Guillermo Tamborrel, un senador panista por Querétaro (que nació en el Distrito Federal, pero desde 1992 vive en aquella entidad), escuchó con atención las emotivas palabras de compañeros de la asesinada Silvia Vargas y, para dar salida al asunto, se puso el saco de la falta de maternidad de quienes no atienden las exigencias e incluso las pistas para esclarecer crímenes que los ciudadanos les aportan: “Es una verdad que comparto (…), en el sentido de que no tenemos madre si no actuamos con energía. Yo también quisiera asumir la responsabilidad que me toca si seguimos permitiendo que estas cosas continúen”, dijo el senador blanquiazul que en su tierra adoptiva no sólo se la ha pasado de cargo en cargo (diputado local, federal y ahora senador) sino que fue vocero de México Unido contra la Delincuencia y coordinador del Consejo Estatal de Concertación Ciudadana para la Seguridad.

Otro declarante eximio del día fue el diputado priísta por Chihuahua César Duarte, quien preside la mesa directiva de su cámara. Inspirado, el aspirante a gobernar su entidad propuso que las autoridades y los representantes populares se fajen para que así, con ese ceñido autoimpuesto, puedan responder adecuadamente a la demanda generalizada de que haya seguridad y justicia (sobre todo en el mártir estado norteño de donde proviene, y su acribillada Ciudad Juárez). La salida fácil del “fajarse” evidencia en su emisor baja calidad del análisis político y poca seriedad de las propuestas hechas, pues no será con voluntarismo (con “echarle ganas”) como habrá de remontarse la gran tragedia de la que ahora sus propios promotores, por comisión o por omisión, pretenden desmarcarse asumiendo las quejas sociales como lenguaje propio, como si fueran desprotegidos ciudadanos y no legisladores o gobernantes con responsabilidades no cumplidas.

Astillas

El Sindicato de Profesores e Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia denuncia que se está causando daño a las estructuras mayores de la zona arqueológica de Teotihuacán y que las autoridades de ese instituto, “amparadas por el próximo periodo vacacional, quieren madrugar a la comunidad de trabajadores del INAH inaugurando el próximo 27 el espectáculo de Luz y Sonido”. Según eso, en el asunto hay un especial interés de Enrique Peña Nieto, el gobernador del estado de México que ya se cree presidente de la República… Dado que en la columna anterior se mencionaban los despidos laborales hechos en Arcelor Mittal de Lázaro Cárdenas, Michoacán, ayer llegaron correos con la mención de que ese grupo siderúrgico trasnacional despedirá el año entrante unos 9 mil empleados de confianza en sus plantas de todo el mundo, a pesar de que el año pasado el consorcio tuvo utilidades por 8 mil millones de euros… Janina Hidalgo escribió: “me pareció perfecto que el periodista iraquí le tirara de zapatazos a Bush, pero por favor, ¡que no ofendan a los perros! Los perritos son nobles, fieles, amorosos, cariñosos, honestos, tiernos, entregados, son la neta, y Bush no tiene ni media cualidad semejante a la de los canófilos, así que, por favor, ojalá pudiéramos pedirle una disculpa pública a los perros del mundo, por haberlos ofendido comparándolos con Bush”... Silvia Cruz se pregunta si algunas cadenas de correos enviadas por Internet con historias terribles de acciones de narcotraficantes contra ciudadanos comunes y corrientes forman parte de una intención política “de meterle más miedo a la gente y empujarla a actuar aún más agachonamente que de costumbre”. Sus reflexiones provienen del haber visto un video con las desgracias “de tres muchachas defeñas en Veracruz que supuestamente fue cerrada por miembros de los Zetas, con violaciones y golpes”. Silvia insiste: “¿Crees que haya alguien interesado en crear burbujas de pánico para dominarnos más de lo que ya estamos? Claro que todo puede ser, simple y llanamente, la realidad, tal como se desprende del mail que publicaste acerca de los comerciantes que deben pagar ‘protección’ para seguir trabajando”… Javier González H. escribe desde la ciudad de San Luis Potosí: “en el asunto de Televisa y Tv Azteca debería hacerse una campaña para exhibir este verdadero mecanismo de control de la vida de los mexicanos, que idiotiza a la gente no sólo a través de sus programas sino también de los productos que venden, algunos de ellos veneno mental y físico. Pero, ¿qué pasa con los comentaristas de noticias de estas televisoras?” y, luego de mencionar los nombres de los principales lectores de noticias y comentaristas de Televisa, se pregunta si son “rehenes de esa empresa, cínicos remasterizados, defensores del puesto aun a costa de ellos mismos, mercenarios de la información, traidores al pueblo o todo lo anterior. Creo que deberíamos exhibirlos, cuestionarlos, enfrentarlos, porque lo único que merecen es responderles y mostrarlos tal como son”… Y, mientras dos que tres políticos comienzan a ver a los periodistas a los pies, ¡hasta mañana, en esta columna que, para desgracia de sus lectores, no tomará vacaciones!